Alguien que me explique qué carajo le pasó al tiempo.
Siento que hubiese sido ayer cuando me preguntaban qué quería ser de grande, y yo respondía tan inocentemente "algo con animales", siendo incapaz de expresarme mejor porque ni siquiera conocía la existencia de la licenciatura en biología. Y ahora volví a casa con un certificado de inscripción en la facultad de Ciencias Naturales.
No me queda más que agradecer todo de estos últimos cuatro años. Fueron lo mejor que podría haber tenido en mi adolescencia, y no puedo quejarme de nada. Siento que el Nacional me salvó en cierto punto, y que si hubiese seguido en el Centenario, hoy no sería la misma persona. No sé si mejor o peor, pero distinto, y me gusta mucho mi forma de ser, así como está. Y cuando digo 'Nacional' no me refiero únicamente a lo que me formó educativamente, a la institución o el edificio (lo cual aprecio mucho), sino también a su gente, a mis amigos, mis profesores, que creo yo cumplieron el rol más importante y me formaron como persona. A pesar de que sea una mierda desprenderme de todo, es lindo sentir que voy a extrañar el colegio como si me estuviera mudando de casa, y que de alguna manera voy a volver, ya sea para saludar a amigos o dando clases de biología, quién sabe.
Ya es diciembre y yo sigo preguntándome a dónde se va tan rápido el tiempo. La gente se prepara para las fiestas y para un nuevo cierre de año. No sé realmente cómo calificar al 2013, pero todavía me queda un mes y otra entrada para pensarlo.
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