Muchas cosas para contar. Vayamos en orden cronológico así no me pierdo.
En fin de año la pasé bárbaro. No pudo haber sido mejor. Terminé el libro que estaba leyendo, Un mago de Terramar; no me gustó mucho, aunque tengo que admitir que está re bien hecho y que es muy bueno, pero no a cualquiera le gusta ese tipo de libros; ahora estoy leyendo Diez Negritos de Agatha Christie por segunda vez porque hace como dos años, cuando lo leí, no terminé de leer el último capítulo; no pregunten por qué porque no tengo la más puta idea. A la noche fui con dos amigas a ver dos muñecos (todos los 31 de diciembre se hace una quema de muñecos por toda la ciudad en donde vivo) y a eso de las tres de la mañana, fuimos a una fiesta. Pero no fuimos a un boliche o galpón enorme donde entran miles de personas, no te podés ni mover y mucho menos hablar porque pasan reggaetón a todo lo que da; el lugar era un antro, como escondido, o más bien "camuflado" porque si no hubiera sido por la música que se escuchaba, habríamos jurado que era una casa común y corriente... hasta que entramos. Era un pasillo largo y oscuro, y los pedidos de Mora de que nos vayamos de ahí no ayudaban. Obviamente, no le hicimos caso y entramos con todo el entusiasmo del mundo; por dentro eran tres habitaciones no muy grandes, y el baño del mismo tamaño. Una de las habitaciones no tenía techo y era donde estaba la barra, en otra había dos sillones bastante pintorescos y en la otra estaba el equipo ese de los dj's. Las paredes todas pintadas: graffitis, dibujos, palabras legibles, etc; la gente muy distinta a lo que se ve en otros boliches donde las pibas están vestidas todas iguales: vimos gays, otro que no se sabía si era hombre o mujer, otras teñidas de amarillo, otros fumando porro, de todo; música electrónica; todo GENIAL, la pasé espectacular y pienso volver.
Ayer lo único productivo que hice fue mirar por tercera vez la película Thirteen (A los trece) que la amo, y nada, quiero las cejas de Nikki Reed.
Recién venimos del centro y estoy más feliz que nunca: ME COMPRÉ (corrección: mi mamá compró) LA MOCHILA QUE TANTO QUERÍA Y NO ENCONTRABA EN NINGÚN LADO FHJASFOJAIOFJFKJ la amo; además me compró una malla, mi felicidad se da también por el hecho de encontrar una que me quedara bien. También encontré La metamorfosis de Kafka bastante barato así que se lo pedí a mi abuela, y mi tía me regaló un par de aros de Marilyn Monroe que amé; ¡GRACIAS FAMILIA!
HOY PASAN OTRO CAPÍTULO DE PRETTY LITTLE LIARS, POR EL CUAL TUVE QUE ESPERAR DOS MESES PARA QUE LO PASEN, OH SÍ.
Acabo de comer helado y en un rato voy a la casa de una amiga a estrenar la malla, je.
SE LLAMA FELICIDAD, GENTE; FELICIDAD.
