8.1.24

cuando pienso en el fin

Bueno, finalmente todo se fue al re carajo. En Argentina hubo elecciones nacionales y ganó la ultraderecha. Nada que no se haya podido vaticinar, pero una garcha al fin.

No voy a detenerme en todo lo que eso implica, porque todas las semanas siguientes al balotage fueron deprimentes. No es que no hayan pasado cosas buenas y que no haya disfrutado los días, pero en general se sentía un aire de tristeza y confusión, y sobre todo incertidumbre de no saber qué carajo va a pasar. Todavía se está viviendo eso y creo que va incrementándose.

Comenzó un nuevo año, y con eso vinieron muchas expectativas y proyecciones personales, siempre y cuando las condiciones políticas y económicas estén dadas para llevarlas a cabo. Así que vamos manifestando:

Quiero dedicarle guita y tiempo a mi casa y que quede como las que me aparecen en tiktok, quiero aprender a invertir y no perder capital con la inflación, quiero leer más libros (20 en el challenge 2024 de goodreads), quiero publicar un paper, quiero mantener mi laburo (bajísima la vara), quiero dedicarme más a la tela y a surfear, quiero conocer lugares cerca de mardel, quiero conocer más la ciudad donde vivo, me quiero embarcar en una campaña, quiero disfrutar más estar sola pero también quiero pasar más tiempo con familia y amigues.

Por el momento parece que se viene dando algo que no tenía en el radar, y que solía hacerme muy feliz tiempo atrás, que es ir a recitales. El viernes voy a ver a Babasónicos, a fin de mes toca el Valen en el Tri, febrero arranca con Gaspar en La Plata, subimos con el Cosquín y finalizamos con MANU CHAO en Obras. Cuando me enteré esto último casi me agarra un infarto, saqué la entrada al toque y sin pensar mucho en mi situación económica, la davaluación, la inflación y tu hermana en tanga. Y me parece perfecto.

Enero y febrero creo que van a ser una suerte de paraíso en medio de una catástrofe nacional, pero me parece importante poder seguir disfrutando de ciertas cosas sin perder la noción de dónde estamos parados. Y de vuelta en marzo, veremos qué pasa.