No quiero ni saber por qué volví a tocar el blog; tendría que haberlo cerrado hace mucho.
No quiero hablar sobre la facultad, no quiero que nadie me pregunte cómo me está yendo, cómo me fue en tal parcial, cómo vengo con las promociones, no quiero saber nada.
La verdad es que no sé sobre qué quiero escribir. Por suerte perdí esa costumbre molesta de anotar todo lo que me pasaba por la cabeza a diario: las fiestas, las peleas, las juntadas con amigos, la gente estúpida del colegio. Va a ser casi un año que no escribo acá y simplemente no sé qué es lo que quiero contar.
No estoy segura cuál fue el momento exacto en el que empecé a perder el interés por las cosas. Siento que fue por mediados de septiembre del año pasado, pero estaba tan embobada por el último año de secundaria que ni me di cuenta, o no lo aceptaba; y ahora caigo. Siento que antes tenía un control total sobre mí misma, sobre lo que me pasaba, sobre mis acciones, pensamientos y necesidades. Pero resulta que ahora todo eso está a años luz, ya no está tan a mi alcance como pensaba. No es que me estuve mintiendo a mí misma, sinceramente sentía eso hasta hace un tiempo, sólo que ya no. En realidad, no es que haya perdido el interés por las cosas, sino que puse ese mismo interés tan lejos que me va a llevar un buen tiempo alcanzarlo otra vez.
Manejar, salir a correr y andar en bicicleta son cosas que me hacen bien, me distraen. Dejé de tocar la guitarra, leer me aburre, la música ya no me llena como antes, y muchas veces me olvido de cantar. Tengo un único objetivo por el momento, y es aprender a surfear.
Cada vez extraño menos a la gente, y no está bueno. Es como si me estuviese acostumbrando a vivir sin necesitar a las personas que alguna vez necesité en mi vida. Siempre fui narcisista, pero ahora pareciera que vivo sólo para mí y para nadie más; ni siquiera para mi familia, con la que tengo que convivir a diario. Espero no acostumbrarme demasiado.
Necesito el verano con urgencia. El frío de los últimos meses me deprimió como nunca antes, y sigue sin irse. Necesito el verano y un cambio radical de humor.
Creo que es todo por ahora. No espero escribir otra entrada, como tampoco esperaba escribir ésta, así que cualquier cosa puede pasar.
Admito que nunca supe cómo finalizar una entrada.
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