11.8.13

Je préfère le goût du vent

Acá estoy, una vez más, frente a la pantalla, frente al espacio en blanco en el que se supone que debo escribir las pelotudeces que acontecen cada tanto. La verdad me encanta, me gusta explayarme o descargarme de esta manera; unas veces más que otras, cuando la vida viene complicada, o simplemente porque ya es costumbre. Lo irónico es que durante las épocas que hacía una entrada cada dos días mínimo, no me pasaba absolutamente nada pero me contentaba con escribir nimiedades que ni a mi vieja le habrían importado; y el año en el que más me pasan cosas, uno de los años que no voy a olvidar nunca, en el que realmente siento que llegué a un acuerdo conmigo misma, la piba se borra. No tengo ganas de encontrarle una explicación, pero será porque las cosas que me pasan últimamente las comparto más con el mundo real, o sea con organismos de mi misma especie, y no me las trago y regurgito en este espacio pixelado como hacía siempre… qsy
Así que escribir por costumbre, un sorete. Me fui a Bariloche, y a pesar de que no fue el mejor viaje de mi vida hasta ahora, y no va a ser el mejor comparado con los próximos, fue excelente. Nada mejor que pelotudear con tus amigos, sin tus padres o figura de autoridad (los coordinadores eran más pendejos que nosotros), sin responsabilidades, sin pensar en nada, ni siquiera en pasarla bien porque no podría ser de otra manera… La verdad me parece bastante sano tomarse ese tiempo para alejarse un poco de la realidad antes de volver a enfrentarla, como que te renueva.

Materias nuevas, gente nueva, amigos nuevos, experiencias nuevas… 2013 me está haciendo muy bien. Ya me anoté en una pasantía para Astronomía y estoy esperando a que me den la fecha; hoy fui a votar y volví manejando. Crecer me está pegando fuerte; pero es lindo, me gusta lo nuevo y me adapto fácilmente a los cambios.
Me quedan tantas cosas por hacer que el tiempo parece correr más rápido de lo normal, y así tengo menos tiempo para hacer todo, y es desesperante. Me desespera que ya estemos en plena cuenta regresiva hacia el futuro; no quiero ni nombrar lo que viene, pero va a venir igual y como tejo. Ya me veo a fines de noviembre, teniendo que decidir obligatoriamente una carrera decisiva para mi vida. Inmediatamente después, las fiestas, las cuales mamá quiere festejar en el extranjero, y recémosle a Radamis y a todos los santos porque sea así. Un nanosegundo más tarde y ya vamos por enero, en playas argentinas con las trolas. Un último segundo, se pasa el verano y se esfumó todo. Todo se fue al carajo. Y te dicen ‘dejate de joder, la vida sigue’; ya sé wacho, pero me cago en la puta vida entonces.
Y en ese momento es cuando empieza todo otra vez.

2 comentarios:

Eli Portela dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eli Portela dijo...

Me gustan tus palabras y la forma en la que organizaste tu blog.
Beso