Acá estoy, una vez más, frente a la pantalla, frente al
espacio en blanco en el que se supone que debo escribir las pelotudeces que
acontecen cada tanto. La verdad me encanta, me gusta explayarme o descargarme
de esta manera; unas veces más que otras, cuando la vida viene complicada, o
simplemente porque ya es costumbre. Lo irónico es que durante las épocas que
hacía una entrada cada dos días mínimo, no me pasaba absolutamente nada pero
me contentaba con escribir nimiedades que ni a mi vieja le habrían importado; y
el año en el que más me pasan cosas, uno de los años que no voy a olvidar
nunca, en el que realmente siento que llegué a un acuerdo conmigo misma, la
piba se borra. No tengo ganas de encontrarle una explicación, pero será porque
las cosas que me pasan últimamente las comparto más con el mundo real, o sea con organismos de mi misma especie, y no me las
trago y regurgito en este espacio pixelado como hacía siempre… qsy
Así que escribir por costumbre, un sorete. Me fui a
Bariloche, y a pesar de que no fue el mejor viaje de mi vida hasta ahora, y no
va a ser el mejor comparado con los próximos, fue excelente. Nada mejor que
pelotudear con tus amigos, sin tus padres o figura de autoridad (los
coordinadores eran más pendejos que nosotros), sin responsabilidades, sin
pensar en nada, ni siquiera en pasarla bien porque no podría ser de otra manera…
La verdad me parece bastante sano tomarse ese tiempo para alejarse un poco de la
realidad antes de volver a enfrentarla, como que te renueva.
Materias nuevas, gente nueva, amigos nuevos, experiencias
nuevas… 2013 me está haciendo muy bien. Ya me anoté en una pasantía para Astronomía y estoy esperando a que me
den la fecha; hoy fui a votar y volví manejando. Crecer me está pegando fuerte;
pero es lindo, me gusta lo nuevo y me adapto fácilmente a los cambios.
Me quedan tantas cosas por hacer que el tiempo parece correr
más rápido de lo normal, y así tengo menos tiempo para hacer todo, y es desesperante. Me
desespera que ya estemos en plena cuenta regresiva hacia el futuro; no quiero
ni nombrar lo que viene, pero va a venir igual y como tejo. Ya me veo a
fines de noviembre, teniendo que decidir obligatoriamente una carrera
decisiva para mi vida. Inmediatamente después, las fiestas, las cuales mamá
quiere festejar en el extranjero, y recémosle a Radamis y a todos los santos porque
sea así. Un nanosegundo más tarde y ya vamos por enero, en playas argentinas
con las trolas. Un último segundo, se pasa el verano y se esfumó todo. Todo se
fue al carajo. Y te dicen ‘dejate de joder, la vida sigue’; ya sé wacho, pero
me cago en la puta vida entonces.
Y en ese momento es cuando empieza todo otra vez.
2 comentarios:
Me gustan tus palabras y la forma en la que organizaste tu blog.
Beso
Publicar un comentario