6.2.13

Día tres

Bueno, lo único que me acuerdo de mi tercer día (no cumplí mi promesa sobre escribir estrictamente todos los días, estoy escribiendo una semana después) fue que hicimos el examen nivelatorio, yo sin haber estudiado nada porque no tenía de dónde, y recibí muy buenas noticias: aprobé el examen con un 88%, lo que significa que pasé al C11, o sea, al advanced, por primera vez en mi vida. Estoy muy contenta, pero al mismo tiempo me da un poco de miedo, porque si me presionaba por estar en el upper-intermediate, ni me quiero imaginar en el advanced… Bueno, ya veremos.
Esa tarde fue la primera vez que jugué al bowling en mi vida, y la verdad que me gustó mucho; fuimos como a un shopping enorme que hay lejos del centro de la ciudad y nos quedamos ahí un par de horas. Obviamente, salí última, con sólo treinta puntos; el que ganó fue Jerry con noventa y pico, y no me acuerdo si llegó a cien. Es muy difícil, y sobre todo si intentan explicarte en inglés cómo tirar mejor. Cuando nos estábamos yendo, encontramos una de esas maquinitas que sacan fotos y nos entretuvimos un rato con eso, y pasamos por una pista de patinaje sobre hielo para reírnos de la gente que se caía. Yo tenía que estar en casa a eso de las 9:30 porque iba a salir con unos amigos de Ecuador y México, pero llegamos diez y pico y me fui con Madjit y Jerry que también iban para Longstreet. Allá encontré a ese grupo de amigos en un bar, pero al final me quedé con Flor, una chilena, y una brasileña que vivió en  México (sí, es un quilombo de países) para el karaoke, que con cada canción que cantás te dan un shot gratis. A las otras dos no las vi más después de cantar Oops, I did it again y me fui con Jerry, Madjit y Flor a The Dubliner’s, un bar que está a unas cuadras de ahí. Tomamos, bailamos, nos reímos mucho, Jerry y Flor chaparon pero me enteré que ya habían estado antes, lo que me puso contenta porque me encanta la pareja que hacen. A eso de las cuatro de la mañana nos fuimos para McDonalld’s no sé para qué mierda, pero yo estaba cantando canciones de la cancha con Flor, que es fanática de Rosario Central, y nos pusimos a hablar con uno de Turquía hasta que nos tomamos un taxi a casa antes de dejar a mi amiga en la suya.
Fue muy muy bueno todo, me gustan mucho las salidas en Cape Town, a pesar de que tenemos que salir a las diez u once y volver a casa a las cuatro y media o cinco de la mañana como mucho. No sé cómo carajo hice para levantarme a la mañana siguiente e ir al colegio.

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