13.2.13

Día diez


Les fallo una vez más, sinceramente no me acuerdo nada de lo que hice durante el día, pero puedo contar un poco sobre la noche, mi segunda welcome party. Llegué con Jesús, las colombianas, y Jani la mexicana, a un boliche que estaba bastante cerca de Walmer; por suerte no estaba en Long st, está bueno variar el ambiente. Por dentro el lugar estaba muy bueno, había como tres lugares principales donde pasaban distinta música, y había varias barras, pero debimos llegar muy temprano porque no había nadie de EF, sólo un par de personas. Le pregunté a Gabriel, el coordinador de actividades del colegio, qué onda con toda la gente, y me dijo que seguramente estarían llegando en una media hora o cuarenta minutos. Como teníamos tiempo de sobra, lo primero que hicimos fue tomar; nos pedimos un tequila cada uno, y después yo probé la cuba libre, me gustó mucho. Tengo un mal presentimiento sobre todo este tema de alcohol; nunca en mi vida tomé tanto como en este mes solo, siento que me va a agarrar terrible cirrosis. Ok, no, pero cada vez estoy más resistente al alcohol, y tengo que tomar más para emborracharme que antes, lo cual es algo bastante malo. Pero ya fue, como ya habré dicho antes, estoy acá para disfrutar y hacer cosas que no hago en mi país, como si fuera otra persona totalmente diferente. Fue muy gracioso ver llegar a Carolina; cada vez que arreglamos para salir, ella es la primera en decir que no, que no, que está sin plata, que está cansada, y al final siempre la veo en todos los boliches. Llegó con los otros ecuatorianos (Manuel, Ruber, Luis y Ludwin) y se pusieron a tomar con nosotros. Nos pusimos a hablar con los árabes, y nos sacamos fotos con la cámara de uno de ellos. Hay que ser boludo para salir a la noche con una cámara, lo más seguro es que te agarren cinco tipos en la calle y te dejen pelado. Nunca pensé que iba a haber tanto robo en Cape Town, es mil veces peor que en Argentina; más de una vez me encontré con la cartera abierta y sin plata adentro, pero te acostumbrás rápido y sabés qué cosas hay que hacer y qué no. Los que más sufren de esto son los europeos; y claro, estando en Londres podés salir caminando sola a la noche en medio de la nada y estar más segura que yo en mi casa de Argentina.
Sí, me puse en pedo. Sí, me volví a chapar al mismo flaco, y estuve casi toda la fiesta con él. Sinceramente me encanta estar con este chico, no será Leonardo DiCaprio pero la paso re bien con él, y como que ya nos entendemos. Todos nos ven como la parejita, pero conociéndome a mí, no está nada bueno. Sé que no me va a durar mucho todo esto, que me voy a aburrir, porque no sirvo para estar en una relación, ni siquiera terminé la secundaria, y estar en algo con alguien a esta edad me parece un completo desperdicio. No es que no estoy con alguien porque tengo una opinión y un pensamiento negativo sobre el tema, sino porque directamente no me nace y ni tengo que ponerme a meditarlo, como que no es propio de mí. Mucho menos con una persona a la que no voy a ver nunca más en mi vida; pero bueno, ya veremos como sigue la cosa, no quiero pensar mucho en eso.
Ya a lo último de la fiesta me puse a hablar con un chabón de mi clase de Advanced, pero él está en el C1-3. Se llama Rick, es de Holanda, y está más bueno que la mierda. Él también estaba en pedo, así que fue una conversación bastante cómica, y me dijo que me quería ver en el colegio al día siguiente, porque es el día de San Valentín, y organizaron una especie de juntada-cita, y este loquito dijo que me iba a invitar… La cosa iba re bien, hasta que apareció el ecuatoriano y se quedó al lado mío, y se puede decir que cagó el momento; a esto voy con lo que acabo de escribir sobre las relaciones. Después vimos  a Carolina aferradísima a un chabón que estaba bastante bueno, le hablé y me dijo que era de Cape Town; fue muy gracioso. Cuando terminaron, le hicimos gancho a Fernanda, una ecuatoriana que está estudiando en Buenos Aires, con un flaco que había visto al principio de la fiesta y le encantó porque se parecía a un famoso que le gusta a ella, así que se perdieron por ahí, y cuando estábamos por salir del boliche vimos como a cinco tipos pegándole a uno que estaba tirado en el piso. Ahí se armó el re quilombo, pero nos fuimos rápido porque no teníamos nada que ver; más tarde nos enteramos que varios de ellos eran del colegio, pero no entendí bien el por qué de la pelea. Salimos afuera y estaba lloviznando, yo me quedé con el ecuatoriano, Camila la chilena estaba con Luis, Fernanda estaba con el que le habíamos hecho gancho, y Caro se quejaba de las parejas y el amor, y hablaba sola sobre boludeces, hasta que nos subimos todos al taxi de Abe y llegué a casa como a las cinco de la mañana, supuestamente muy tarde.

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