Hoy fue lo mejor, así de simple. Me volví a subir a la bici con una sonrisa de oreja a oreja, con tantas ganas acumuladas durante dos meses y medio que ni bien arranqué agarré tal envión que tuve que bajar un poco la velocidad; me llego a caer y a tirar días de reposo a la mierda, creo que voy derechito a un hospital psiquiátrico. Pero bueno, ¡lo mejor de todo es que tengo que andar todos los días! Va a ser lindo.
El pie me duele mucho, es como si me lo hubiese esguinzado, pero se notaría físicamente. Me preocupó un poco al principio, porque pensándolo bien, nadie me revisó el pie cuando me fracturé, porque la parte totalmente deformada era la rodilla; pero qué sé yo, podrían haber quedado secuelas en el pie, andá a saber. Lo más probable es que en una semana se me pase y no me joda más, pero tengo el vicio de hacerme la cabeza por cualquier pelotudez. También me está empezando a doler toda la pierna, pero es algo bueno porque significa que el músculo está trabajando, y sí, duele. Como después de cada entrenamiento en el que hacíamos defensa... Qué horror.
Qué ganas de volver a picar la pelota, la puta madre.
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