Una mochila en la lechuga

QUÉ BUEN DÍA.

Viernes 13, último día de clases antes de las vacaciones de invierno. Me desperté como siempre, desayuné como siempre, salí apurada de casa como siempre y llegué al colegio como siempre. Ahí empezó a cambiar el 'como siempre' aburrido, porque ni bien llegué a la puerta del colegio estaba Juli, nos encontramos con Bachi y Bifa y nos quedamos adelante para ver como llegaban los de sexto todos en pedo porque la noche anterior habían salido (hoy iban a Bariloche). Ahí mismo nos encontramos con Eliana y decidimos faltar a Francés para ir al buffet y terminar la mierda de geografía. Estabamos las cuatro en una mesa, el buffet era un quilombo gracias a los de sexto, un yeguo medio en pedo me ayudó a hacer un mapa, y conseguimos terminar; ¿todo para qué? Para ir a las 10:35 al segundo piso, entrar al aula, entregar el puto trabajo y que la inepta de Car nos ponga un 'visto' y un 8 a todas. BUENÍSIMO, NO LA VEO NUNCA MÁS.

Después de jugar un truco en el aula, nos fuimos al patio, en donde pasaban música y todo eso. Tuvimos que quedarnos poco tiempo porque todavía nos faltaba lidiar con Física (más bien con la idiota de la profesora). Entramos, entregamos el trabajo, nos dijo la posible nota que nos iba a poner (Juli y yo 7, Eli 8 y Bachi estaba entre el 6 y el 7). UNA PUTA MENOS QUE AGUANTAR, CHAU PROFE DE FÍSICA. Bachi se tenía que quedar en el aula para levantar la nota y nosotras tres nos fuimos a MacDonald's. Qué cago de risa por dios. Boludeamos como nunca, parecía que la comida tenía droga, sobre todo porque Eliana parecía bastante volada, haciendo su torre de basura y simulando que las bombillas eran una antena (pi pi pi pi). Lucile me fue a ver porque estaba de paso y mañana se va a Brasil, así que no la veo en dos semanas. A la vuelta nos tomamos un 202 para volver al colegio porque somos re pajeras, le hicimos un monumento a Bachi con 20 bombillas de mac, y confirmamos que la mochila de Eliana hace magia y nunca sabés qué podés encontrar adentro. También me encontré con Julia, que hacía mucho que no la veía y quedamos en vernos en las vacaciones sí o sí.

Ya vencidas por la locura, hacíamos cualquier pelotudez que se nos pasara por la cabeza (¿cuándo no?). Lo vimos a Román como 5 veces, así que recibí varias piñas; vimos bastantes 54 también. Eliana le hablaba a los pibitos de la tarde y los intimidaba. Jugamos al truco unas 10 veces en el día. Bachi hablaba de los de sexto y de su amor imposible que se estaba yendo a Bariloche y que lo iba a extrañar. Terminamos con la cabeza que nos dolía de tanto reirnos y ya eran las 3 de la tarde, las chicas se tenían que ir. 

Me tomé un talp, llegué a casa y eran las 3:54. La felicidad de la piba.