Es increíble como tantas pelotudeces que a uno le parecen el fin del mundo le pueden cagar la existencia a una persona. Leo la entrada que publiqué ayer y me envidio la felicidad; hoy me desperté a las 4 o 5 de la mañana (ni me importaba la hora) con dolor de oído, y ¿qué pasa cuando Victoria se levanta con dolor de oído todos los PUTOS veranos? Uh, cagaste Viqui, tenés otitis. Me da bronca pensar que tenía razón al creer que la operación no serviría para una mierda, pero era necesaria dentro de todo ¿NO SE PUEDE VIVIR EN PAZ? ¿NO PUEDO METERME A UNA PILETA DOS DÍAS SEGUIDOS SIN QUE DESPUÉS TENGA UN FIRULO CON LA OREJA? No, parece que no, c'est la vie. Metete la vie en el orto entonces.
Hoy limpié el teclado con un cepillo de dientes.
Voy a ver el catorceavo capítulo de Pretty Little Liars y me voy a olvidar de que tengo oídos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario