Ayer se cortó la luz y no sabemos por qué fue. Yo digo que por la tormenta, mi vieja en cambio afirma que el chabón que estaba rellenando el famoso pozo de mi casa rompió algún cable de luz que pasa por ese pozo con alguna herramienta... Vamos a ver quién tiene razón. No sé cómo habrá quedado el pozo, espero que se haya llenado de una buena vez. (Cuatro meses con esa cosa en el patio).
Aprendí cómo hay que hacer para que vuelva la luz mediante un conjuro mágico. No, mentira, hay que tocar una de las perillitas que están atrás del mueble del escritorio. Cosas que realmente no tienen importancia en la vida. Saqué dos arpegios en la guitarra: uno de Susie Q de Creedence, y otro de El Buitre de la Vela Puerca; tengo los dedos hechos mierda, pero me divierte sacarme la pielcita de la yema.
El miércoles a la noche vi los primeros veinte minutos de Gangs of New York, una película en la que actúa Leonardo DiCaprio, y una de las pocas que me faltan para ver toda su filmografía. No la seguí porque tenía que ir a la cena de egresados de una de mis mejores amigas, pero tal vez hoy la termine. También vi Total Eclipse hace unos días, en la que él interpreta a un poeta homosexual del siglo XIX: Arthur Rimbaud; está buena.
Hoy no quiero pasar todo el día sola y embolada; espero que alguien tenga ganas de aguantarme toda una tarde.
Feliz cumple pá, donde sea que estés.
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