21.12.12

Garrapiñada

Estaré lisiada, pero me pasan más cosas de lo que pensaba. Extraño a todos, quiero empezar las clases con una zarpada fiesta del último primer día y ser promoción de una puta vez. No es por despreciar las vacaciones, pero desde el año pasado que quiero que llegue ese momento.
El otro día me habló ella. Me preguntó si estaba enojada, ya que hacía casi dos meses que no le hablaba. No sé si es de cagona o de boluda, pero me es imposible decirle a alguien las cosas que pienso sobre esa persona en su cara; no puedo. Está bien que para estar enojada con alguien tengo que tener mis buenas razones, y las tengo de sobra; todas las demás lo saben, pero ella no, y no puedo hacérselo saber. No me puede salir la hijoputez de adentro y bajarla del poni de una patada ninja; para mí las cosas no funcionan así, sería peor para ambas. Con el tiempo voy a ir insistiendo para que abra los ojos y se pueda dar cuenta sola de lo que está haciendo, de lo que le hace a la gente que la rodea, porque al final lo más probable es que salten todas al igual que yo y se quede más sola que un perro. Pero bueno, eso quedará en ella.

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