Stay

Ayer fue el día más bipolar del mundo: empezamos bárbaro a las 12 de la noche con amigos en el cumple de 18 de Julia, con amigos que hacía mucho que no veía. A las 7 de la mañana me propuse terminar el Quijote ya que me faltaban 10 capítulos, y lo conseguí a eso de las 11 de la mañana, muy contenta y triste al mismo tiempo por como terminaba, pero lo había terminado POR FIN. A las 12 más o menos vino Eliana a casa porque a las 4 jugábamos partido contra las que jugamos la última vez. Fuimos, todo muy lindo, estrenamos equipos que hicieron para nosotras, volví a usar la 13 como años anteriores, y hasta ganamos 34 a 27. Pero en un momento, casi al final del partido, quise hacer un tapón, en el cual no tenía que saltar pero yo salté igual por boluda y caí mal, muy mal, para el orto. Sentí que la rodilla derecha me dejó de funcionar, y que no podía destrabar la pierna; quise levantarme pero no podía. Fue el dolor más grande que sentí en mi vida, porque nunca me esguincé ni me quebré nada. Después del partido mi vieja me fue a buscar y me llevó al hospital de Gonnet, donde me dijeron que lo más probable es que haya sido un esguince, pero que también podría ser una rotura de ligamento, cosa que es peor porque para volver a hacer actividad física tendría que operarme, y sería un bajón.

Hoy sólo fui al colegio para el examen del Don Quijote, en el que sólo hice 3 puntos de 5, pero bien hechos por suerte; veo venir un 6, y espero que eso baste para aprobar la materia. Ahora estoy acostada en el sillón, tratando de leer Hamlet y de mantener la bolsa de hielo sobre la puta rodilla. De ayer a hoy mejoré algo, el dolor me calmó bastante y puedo apoyar levemente el pie, pero prefiero usar muletas para no forzarlo. Estuve practicando con las muletas porque nunca había tocado una en mi vida; ahora veo que me doy alto palo y termino más quebrada de lo que estoy.