Soft kitty, warm kitty

9:15 a.m., aproximadamente. Suena el teléfono en el otro extremo de la planta alta. En otro momento lo habría dejado sonar, como me dice mi mamá, pero esta vez simplemente sentí que no podía ignorar ese llamado. Agarro las muletas y me levanto de mi cama a toda velocidad, no más rápido que un perezoso. Cruzo la puerta de mi cuarto, atravieso el pasillo que lo conecta con el de mi mamá, y logro alcanzar el teléfono inalámbrico sobre la alfombra con un esfuerzo sobrenatural. Antes de que pudiera atender, deja de sonar. MIERDA MIERDA MIERDA.

Las esperanzas vuelven, lo escucho sonar una vez más. Mis hipótesis de que se trata de algo importante son ahora más acertadas. Atiendo.

Gritos. Risas. Más gritos. Felicidad. Chau, perdiste.

TENGO UN 7 EN LENGUA, VAMOS MIERDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. TOMÁ FEATHERSTON, LA CONCHA BIEN DE LA LORA NO TE VEO NUNCA MÁS EN MI PUTA VIDA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! NO PUEDO EXPRESAR MI FELICIDAD EN OTRAS PALABRAS QUE NO SEAN ÉSTAS. SIMPLEMENTE, ESTOY FELIZ, NO ME IMPORTA NADA. SOY LIBRE, LIBRE COMO EL VIENTOOOOOOOOOOOOOOOO