25.1.12
Enterrá todos tus secretos bajo mi piel
Bueno, señoras y señores, desde hoy he decidido no dar más una puta opinión en mi vida (cuando tendría que haberlo decidido hace mucho). ¿Es posible que se arme tanto quilombo, TANTO QUILOMBO, por decir qué pensaba sobre el viaje a Río Negro? Sí, es posible, y acaba de pasar. Expresé muy sinceramente (¡grave error!) que no tenía las mínimas ganas de ir, pero que no iba a pasar nada grave si fuese, obviamente. Me habría ahorrado un discurso a los gritos de mi hermana sobre mi mal humor si hubiese dicho algo como "me da lo mismo si vamos o no" con tonito de pelotuda conformista; PERO NO, opté por el camino de la verdad y la sinceridad y toda esa mierda. Ahora mi vieja y mi hermana están enojadas conmigo por no querer ir (al fin y al cabo, por decir lo que en verdad siento). Me cansé de que la gente se enoje conmigo por ser sincera o por malinterpretar lo que pienso. Muchos me dijeron que es por la forma en que lo digo, demasiado sincera, demasiado directa. Por favor, eso de tapar la verdad sutilmente para mí no existe, o es una forrada. Tampoco ando por la vida diciendo qué me parece cada cosa que veo; si está mal o si está bien, si es lindo o feo; pero si me preguntan, voy a tratar de expresarme lo mejor que pueda. Entonces bancate las cosas como son o no pidas opiniones.
Resumiendo:
bad day,
éste es el mundo real,
hating things,
meditación,
sinceridad pura
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario