Nunca en mi vida me levanté con tanto entusiasmo. Casi ni desayuné y, después de ir al super a comprar leche porque no quedaba para mi hermana (siempre tan solidaria yo), se me ocurrió una súper idea: hacer origami... vayan a saber qué carajo se me cruzó por la cabeza en ese momento. Hice dos grullas blancas, superando mis expectativas porque me quedaron bastante bien para ser la primera vez. La primera fue regalo para mi tía, que casi se larga a llorar cuando se la di, y la otra a mi abuela, soy re tierna.
¿Novedades? Sí, bastante graves. Bue, Victoria no exageres. Resulta que el 9 de febrero del próximo año, viene Selena Gomez a la Argentina, y mi hermana, María (12 años), obviamente que es re fan y "daría todo por ir a verla". Bueno, sí, re lindo. Yo ya lo veía venir todo: mi mamá no se iba a meter con ella al estadio ni aunque le pagaran y mi hermana todavía no había organizado con nadie para ir, por lo tanto, la que ligaría el puesto de acompañante sería yo, como buena hermana que soy. "Bueno, al menos me sé las canciones", dije; mi hermana saltó y gritó de alegría, mi mamá suspiró aliviada, y yo por dentro gritaba LA PUTA MADREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE. Ya fue, no me voy a morir por ir al recital de la piba ésta, y a mi hermana le va a gustar que vaya con ella, así que lo hago por María. (cada vez me sorprende más lo tierna que soy, loco)
En casa están terminando de hacer la pileta; se acerca fin de año, una de mis fechas favoritas; y todavía quedan muchos días de vacaciones por delante que espero que sean más productivos que los que ya pasaron.
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